Estamos a punto de entrar en unas fechas cuyo significado va
más allá de la temporada festiva que se nos presenta, y que con tanto ansia esperamos.
Unas fechas conmemorativas de unos sucesos que han ido
transcendiendo durante siglos, hasta formar parte intrínseca de nuestra
cultura
.
La cuestión es, ¿sabemos en lo que creemos, arcanos? O, simplemente creemos en aquello que
nos han contado, y que por reiterativo damos por cierto.
¿Y si la biblia no fuese tan metafórica como nos hacen creer?
¿Y si su mensaje fuese mucho más explícito de lo que nuestras cabezas son
capaces de asimilar? Incluso tanto, como para que una pequeña parte de la
iglesia se viese obligada a ocultar al resto, no solo del mundo, sino de sus
propios iguales, fragmentos del libro
del Apocalipsis que harían que la fe de la humanidad, su creencia en ese Dios magnánimo
que nos protege, se tambalease.
La parte en la que no solo se habla de la estancia entre
nosotros , y su motivación, de aquel que el resto de la iglesia conoce como Jesucristo,
sino la afirmación directa por parte de ese mismo Dios, de que mucho más cerca de
nosotros de lo que se encuentra él, existe otra presencia.
Prepararos para rememorar y revivir una vez más, una parodia; la vida edulcorada de un símbolo que
ni era quien dicen que era, ni lo que dicen que era, ni estuvo entre nosotros tanto tiempo; y sobre todo, no vino precisamente a morir por
nosotros.
Disfrutar, porque solo los verdaderos arcanos llegaran a
conocer la verdad. Aunque conocerla, no sea precisamente motivo de disfrute
ante la certeza de la realidad que nos acecha.
No se puede temer a lo que se desconoce. Y esa es la religión que nos ofrecen. La que
nos oculta, supuestamente en nuestro propio
beneficio.
Si, amigos, disfrutar de la semana santa…., mientras podáis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario