Feliz viernes, amigos!
Ya estamos de nuevo aquí, tras una semana alejados de las redes y, especialmente, de vosotros, nuestros queridos Arcanos.
Una semana en la que hemos realizado un nuevo retorno a Alcant (y van...) para afrontar la primera tanda de correcciones.
Por un lado, emocionados y felices de estar de nuevo juntos, trabajando en nuestro pequeño sueño( el mismo que muy pronto compartiremos con todos vosotros), y, por otro, expectantes ante el hecho de que Hijos de Alcant fuese escudriñado minuciosamente por primera vez, por una persona diferente a nosotros.
El resultado no ha podido ser mas satisfactorio.
Sonia y yo no nos hemos matado, y las notas de Vanesa han sido una especie Master Class para nosotros.
Hemos aprendido mucho. Y la manera en que nos ha hecho ver el texto, mas objetiva, no solo repercutirá en que os encontréis una novela mas fluida, mejor narrada y escrita, sino que nos ayudará a ser mas cuidadosos y precisos a la hora de seguir escribiendo en el futuro.
El problema de escribir, es que uno (y peor aun en nuestro caso, que somos dos) puede releer una frase cien mil veces, y seguir convencido de que suena bien, que esta bien estructurada, y que refleja aquello que queremos transmitir, para darte cuenta de que al final, un buen corrector (Vanesa) te muestra que en muchos casos solo se da lo ultimo (Al fin y al cabo lo esencial, porque como ella misma dice, una historia buena puede ver corregidos los fallos gramaticales o de estilo que pueda tener, mientra si la historia es mala, da igual lo bonita que la puedas llegar a dejar)
La cuestión es que cuando consigues dejar a un lado el cariño paterno hacia la novela, y el ego innato del autor, acabas pensando <<¡Tiene razón, así suena mejor!>> o muchas veces, simplemente, Sonia y yo nos mirábamos con sonrisa estúpida, diciéndonos ambos sin decir nada, <<Como hemos podido escribir esto de esta manera, y no darnos cuenta ninguno de los dos, con la de veces que lo hemos leído y repasado>>
En una de nuestras primeras conversaciones con Cris, alias "La Editora", para nosotros, y "La Jefa", para Vanesa, donde nos contaba el proceso que pasaría nuestra novela antes de ver la luz, fuimos los primeros en agradecer el análisis de un corrector, y desde el primer momento, afrontar esa etapa no solo como los autores de la novela, sino también de manera didáctica y formativa para nosotros.
Creemos que hemos escrito una buena historia, y que podemos ofreceros una aventura original y entretenida, en la que tienen cabida todos los géneros( si, TODOS), hasta llevaros a un final espectacular, donde todo aquello que creíais, o todo aquello con lo que lo comparabais desde un principio, se os desmonte en un dramático epilogo que pondrá ante vuestros ojos aquello que no habéis querido ver mientras leíais, centrando vuestra atención en los pasos y actos de Sebastien Venom.
Dos historias en una, en las que , siguiendo a un personaje que lo absorbe y concentra todo, la secundaria os deslumbrara, no dejándoos apreciar la principal.
Pero como le dijimos a Cris, somos conscientes de que no somos unos virtuosos de las letras.
Y por eso hemos trabajado con Vanesa, afrontando el reto de diseccionar la novela, olvidándonos de nosotros como autores, únicamente pensando en sus notas como un beneficio para Alcant, y no como una agresión o critica a nuestro trabajo.
En nuestra mano estaba no cambiar ni una coma, y la editorial lo respetaba, pero nosotros mismos eramos conscientes de los cambios que se producían en el texto (a mejor) cuando hacíamos uso de los consejos de Vane (Por dios, no leer "la" Vane) . No entendemos a los autores que se ven amenazados por aquellos que tratan de abrirles los ojos ante su obra, cuando esta claro que un autor nunca puede llegar a ser lo suficientemente objetivo sobre su trabajo. Todos queremos lo mismo, y ninguno vamos a tirar piedras sobre nuestro tejado adrede.
Una cosa es dar vida a una historia, saber contarla, y otra muy distinta hacerlo de una manero lo suficientemente literaria para poder publicarse, y que el lector la pueda ver (si, he dicho ver) como la hemos visto nosotros al contarla.
Para Sonia y para mi, lo importante de un escritor es la historia, esa ha sido nuestra gran preocupacion en todo momento al escribirla, así que ¿porque no dejar ayudarse para que esa historia llegue presentada después de la mejor forma posible?
Contentos y, por que no decirlo, orgullosos de nosotros mismos, al comprobar que los apuntes de Vanesa no eran tantos como nuestro temor de principiantes nos pudiera hacer pensar, y satisfechos del resultado final.
Básicamente ella nos hacia ver las partes que debiéramos simplificar para no romper el ritmo de la trama con datos y explicaciones que la restaban fluidez ( muy bueno lo de la wikipedia, Vanesa. Nos reímos un montón con esa nota), aquello en que ella veía una opción de poder decirse de otra forma, o mejor estructurado, y lo que directamente suprimiría sin que afectase al resto.
Y así lo hicimos.
Durante una semana, metiendo un montón de horas seguidas, repasando minuciosamente no solo sus apuntes,sino pagina a pagina, los primeros ocho capítulos por completo.
Como anécdota, contaros que lo bueno que tiene el asunto corrector, cuando la novela se ha escrito entre dos, es que siempre hay algún termino, o palabra, que hemos escrito sin tener el convencimiento uno de los dos de si esa era la mas apropiada, convirtiéndose Vanesa en el juez que ha desequilibrado la balanza.
En concreto, la estrella de esta primera tanda ha sido la batalla Fluorescente VS Fosforito. Deciros , a titulo de curiosidad, que el resultado final fue: Fluorescente: Un montón indecente- Fosforito: Uno
No hay nada peor que recibir una colleja por sorpresa cuando tu vista esta centrada en la pantalla del ordenador, mirar atónito de reojo a tu mejor amiga, y compañera, y ver como sin levantar la vista de su pantalla, muestra una maquiavelica sonrisa de satisfacción, y sus palabras, como si de nuestro mismísimo diablo se tratase, se adentran en tu cabeza repitiéndote una y otra vez con sorna:
"¡Te lo dije!, ¿o no te lo dije?"
Por cierto, la sorpresa para nosotros fueron las palabras de Vanesa acerca de la novela. No porque no le gustase, al contrario, sus palabras sobre Alcant, esperadas con ansiedad y nervios por nosotros, fueron acogidas con suma alegría, sobre todo porque uso un termino que es el que nosotros deseamos para vosotros, Arcanos: Disfrutar.
Porque ese es nuestro mayor propósito, que disfrutéis de la novela como ella dice estar haciéndolo al corregir.
Una historia que enganche.
La sorpresa vino ante la revelación de su personaje favorito: ¡Albert!
Nuestra querida Talismán..., Albert te ha ganado, y seguirá haciéndolo en el futuro, de una manera que no esperas, mas allá de la "La leyenda", pero créenos, ahora que afrontas los ocho últimos capítulos de esta primera parte, a Sonia y a mi nos da que Venom no permitirá que le sea robado su protagonismo.
Al tiempo.
Por lo demás, esperamos que no os aburran tantas letras después de una semana de ausencia, pero prometimos que os contaríamos todo el proceso, compartiendo las impresiones de la incursión de estos dos principiantes en el mundo editorial...
En poco mas de una semana tendremos la ultima tanda de esta corrección, y de nuevo los chicos de Alcant, vuestros amigos, volverán a ella a trabajar, ilusionados con ir cerrando etapas y afrontar el siguiente paso que nos acerque aun mas vosotros.
¿Que cual es el siguiente paso?
¡Esa es buena!
Tratándose de Hijos de Alcant, me vienen a la memoria dos frases con las que Luna y Noa cierran un dialogo antes de afrontar el final de la novela, en la era contemporánea a la nuestra:
-Luna: ¿Entonces...? Entonces Dios dirá.
-Noa: O el diablo...
Un abrazo amigos, y os deseamos el mejor fin de semana que se pueda desear.
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