Por fin en nuestras manos El Enigma Sagrado, o lo que es lo mismo, el Santo Grial de las novelas que hablan en torno al misterio de la divinidad, el libro que ha generado cientos de literatura a su alrededor, incluyendo desde El Oro de Rennes, a por supuesto El Código Da Vinci, la cual a su vez generó, debido a su impacto (nada como que te haga la publicidad la Iglesia), torrentes de más libros sobre el libro, debates, conferencias, programas de TV, etc...
Todo ello nace de este libro, una investigación que ahonda, como ya todos sabréis, en la posibilidad de que Jesucristo no muriera en la cruz y que hubiera formado una familia con María Magdalena, generando una estirpe que habría llegado hasta nuestros días , siendo el Priorato de Sión el encargado de velar por este secreto hasta que llegara el momento de desvelarlo y hacerlo público.. Estirpe que por otra parte sería cualquier cosa menos divina, dado que el simple (o no tan simple) hecho de que Jesús no muriera en la cruz desmonta por completo la religión cristiana, porque se echa por tierra el milagro de la resurrección y con ello la identificación Jesús/Cristo que es la que da pie al cristianismo.
Este hecho afectaría a su vez a las otras dos grandes religiones monoteístas, desmontando un imperio de poder que nos acompaña desde hace siglos.
La cuestión en torno a este libro, y en lo que no sabemos si cayó de manera consciente Dan Brown por ejemplo, es que una parte es totalmente falsa. Si, si, para aquellos que han leído El Código Da Vinci y no saben distinguir una novela de ficción de un libro académico o didáctico (aunque estos tampoco tienen porque ser tampoco dogmas), que sepáis que en particular las premisas sobre las que se apoya Brown son totalmente falsas. De hecho, creo que fue el propio R.Leigh, uno de los autores de El Enigma Sagrado, quien rechaza su propia obra al sentirse engañado, puesto que la historia que se narra desde 1956 referente al Priorato de Sión, sus Grandes Maestres (entre ellos Leonardo Da Vinci, Boticelli, Newton, etc...) es obra de un inteligente embaucador y caradura que la fue urdiendo con paciencia durante 15 años para luego aparecer él como último descendiente directo de esa dinastía. ¿Su nombre? Pierre Plantard, quien al final tuvo que reconocer ante la justicia francesa que todo había salido de su invención.
Entonces, ¿por que es tan importante esta lectura para nuestro trabajo?
Mi única pena es que mi querida V.I Warshawski tendrá que esperar, pero en este caso se aúnan placer, interés y trabajo.
Un abrazo, y feliz fin de semana Arcan@s.
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