Se acercan las navidades y con ellas son varios los estrenos tanto literarios como cinematográficos que nos esperan.
Uno de ellos, muy esperado por mi parte, no solo por la simpatía que proceso por el autor, sino por supuesto por su calidad como tal y su imaginación (es lo que tenemos las mentes perversas, que nos atraemos mutuamente), es EL EDIFICIO de Ritxard Agirre.
Y es esperado por una razón, fundamental para mí a la hora de encarar un autor (salvo verdaderos genios de un genero concreto que logran siempre sorprender a pesar de operar sobre una misma formula), que es la seguridad de encontrar algo nuevo, absolutamente diferente a lo anterior conocido de él, porque consigue que de partida, ya solo ante el anuncio de su próxima obra, esperemos lo inesperado, sensación imprescindible para un lector a la hora de enfrentarse a una nueva lectura.
Ritxard huye del encasillamiento, jugando con los géneros según le pide el cuerpo, lo que nos lleva a adentrarnos un poco más en su persona, de sus inquietudes, de su ansia de profundizar, descubrir y conocer, a la par que juega con nosotros al despiste mientras tratamos de ubicarle.
Le descubrimos como autor erótico, pero ya entonces comenzó a darnos muestras de que no lo era al uso. Hoy en día, a diferencia de los clásicos, un autor erótico se limita a repetir las mismas escenas una y otra vez, sin ninguna originalidad rodeando el argumento y exhibiendo un pobrísimo nivel de originalidad (ahora todo son yuppies viciosos, y virginales y estúpidas jovencitas que se dejan deslumbrar por el susodicho) que se limita a clonar y a veces copiar de manera insultante el éxito del momento (y si el éxito es una pseudonovela erótica para amas de casa como 50 Sombras de Grey, apaga y vámonos). Ritxard nos sorprendió uniendo dos de sus pasiones, el sexo y el Tarót en un curioso viaje sexpiritual titulado Tarótico, para luego narrarnos las aventuras/desventuras de un simpático cabroncete con los relatos del Diario del buen Amor, añadiendo en algunos retazos una tercera pasión (un autor tiene que ser muy apasionado con todo lo que hace y con todo lo que le gusta, y me consta que Ritxard guarda aun muchos cartuchos en la recamara, entre ellos la música, el cine, los cómics...), la bicicleta como elemento revitalizante y purificador, donde el desenfado y el entretenimiento no estaba exento de interesantes perlas en modo reflexiones del protagonista, deambulando entre arquetípicas situaciones nada casuales, que lo sitúan como un experto funambulista sobre la delgada linea que separa el machismo y el feminismo mal entendidos.
Pero esa bocanada en forma de aire fresco para la literatura erótica, esa progresión de autor erótico en ciernes que iba creciendo, dejó paso al Ritxard más serio, comprometido, capaz de realizar un ensayo profundo, muy bien recibido entre aquellos que dominan el conocimiento de esos arcanos (permitid que cada vez que oigo o digo Arcano mi cabeza se evada hacia otro tipo de arcanos muy diferentes), como fue Tarót, Camino de luces y sombras, que nos muestra de manera fácil y comprensible ese mundo a los que somos realmente neófitos en esa materia.
Y tras ello, llega El Edificio, el nuevo trabajo que vuelve a desmarcarle de todo lo anterior, y que promete descubrirnos una fantasía, a modo de cuento adulto, envuelta en un halo de misterio que sugiere de salida conectarnos con las sensaciones que nos dejaban aquellas lecturas de nuestra niñez, esas que creemos olvidadas o que por el paso de los años no nos provocan esa recordada ilusión (no es lo mismo ver la furgoneta del Equipo A con doce años, por ejemplo, a verla ahora y llevarte la decepción de comprobar que te parece una Caddy). Una propuesta muy sugerente cuya realidad personalmente estoy deseando descubrir.
Así que si este Jueves estas en Bilbao, la mejor propuesta para terminar el día (no hay disculpa, que esta semana no hay Champions, Uefa, ni nada de nada) y conseguir el mejor arma de entretenimiento para combatir el fin de semana frío y lluvioso que se avecina, es asistir a la presentación de El Edificio y hacerte con él.
SINOPSIS
Un gato negro se cruza en la rutina de Ricardo y lo conduce a un extraño edificio. Un universo insólito de personajes lo aguardan y lo retan a conocer el inmueble con la recompensa de un fabuloso viaje, pero antes deberá superar las más asombrosas pruebas. En un principio, el miedo lo impulsa a salir de allí, pero la curiosidad puede más, y decide quedarse. A partir de ese momento, su destino cambiará para siempre.
El edificio. Pasión, aventura, fantasía, magia, y revelaciones sorprendentes en una novela para adultos que aún llevan un niño en el corazón.
El edificio. Pasión, aventura, fantasía, magia, y revelaciones sorprendentes en una novela para adultos que aún llevan un niño en el corazón.
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