En el mundo editorial
unos se creen muy listos (las editoriales pesqueras que se dedican a lanzar la
caña sin ton ni son, ni criterio alguno, en pos de que alguien pique) y a otros
les toman directamente por idiotas (a los autores)
A ver, porque esta es
buena, ¿pues no pretenden hacer creer que (vanagloriándose encima de ello) son
una editorial tradicional cuando piden al autor una colaboración (me descojono
vivo), tras mostrar sumo interés (desmesurado, regalándote los oídos en la
ancestral táctica que ya pusiera en práctica al comienzo de todas las
civilizaciones la serpiente con Adán y Eva) para una edición inicial de 350
ejemplares, con cuyo importe (si, si, el de la colaboración), conociendo los
costes de primera mano, nosotros seriamos capaces de editar la novela y sacar
cerca de mil? Mi pregunta sería saber en que colaboran ellos. ¡Ah, sí, coño, en
la DISTRIBUCIÓN FÍSICA A NIVEL MUNDIAL, y en la PROMOCIÓN DE ÉXITO LITERARIO
(ambas cosas, como hay Dios, que trasladado por escrito)! Y todavía se medio
molestan (hay que tener cara), cuando con educación y buenas palabras,
agradeciendo la propuesta, la rechazamos por ser una clara (y cara no,
carísima) auto publicación, alegando que no estamos interesados en ese tipo de
edición.
Qué les molesta el término auto publicación y que les hace daño,
porque son una editorial tradicional!!!
Recuerda, si eres
autor, que todo lo que sea poner dinero, sea la cantidad que sea, por ver
publicado tu trabajo, ese que tanto esfuerzo te ha llevado, no es una edición tradicional
en modo alguno, lo llamen como lo llamen o te lo pinten como lo pinten. En una edición
tradicional la editorial apuesta (si tú pagas, quien apuesta eres tú que estas
poniendo tu dinero por delante) y corre con todos los gastos de la edición, lo
que supone que va a poner todos los medios (promoción y distribución fundamentalmente),
además del pleno convencimiento cuando te firma el contrato, para recuperar su
inversión y lógicamente ganar dinero (motivo por el cual el autor percibe entre
un 10/15% de regalía en las ventas físicas, y en torno al 50% en la digital que
conlleva menos costes para la editorial).
Si te dicen lo bueno
que eres; lo guapísimo además de gran escritor que les pareces; que tu novela
les ha entusiasmado (aquí si te quieres reír un rato, pregúntales cualquier
cosa acerca del argumento); que Dan Brown y King a tu lado son hermanitas de la
caridad que no tienen ni puta idea si comparamos trabajos; que lo vas a petar
en el mercado porque las posibilidades de tu obra son infinitas; te ofrecen la
posibilidad inicial de distribución en tu país al más alto nivel
(cuando no recuerdas haberte encontrado una novela de ese sello en ningún lugar
que venda libros), con presencia en Corte Ingles, Casa del libro y Fnac . Ya si
eso luego te explican que te incluyen en un catálogo, eso sí con suerte
trabajan con una distribuidora, lo cual no es cierto en la mayor de las
ocasiones, puesto que la facturación a través de ellos cuando según el contrato
de este tipo de edición ellos no cobran nada, no solo es complicada, sino que
no les interesa puesto que ya han ganado todo lo que tenían que ganar de esos
ejemplares que obran en tu poder, no de ellos, lo cual convierte en más
surrealista si cabe el proceso, que se manda a estas plataformas, las cuales a
su vez conocen el tipo de edición que estila esta editorial y que, aunque la
novela sea buena, no se molestan en solicitar ni un solo ejemplar. ¡Ah, no,
perdona, que es que no lo has entendido bien (tu, claro, que ellos se han
explicado con claridad y de puta madre)! Se referían a edición en digital (Vaya
por dios, como si tú mismo no pudieras crear tu ebook para la venta en Casa del
Libro, Corte Inglés, Google, y por supuesto Amazon, Kobo, etc...) Si todavía no te han encandilado suficiente, de repente
comienzas a oír hablar de venta física a nivel mundial (todavía no has vendido
un ejemplar a tu familiar más próximo y ya te ves como best seller mundial)
Luego ya, después de disfrutar un rato visionando el momento pleno de éxtasis,
te enteras que eso va a ser a través de
Amazon (Createspace) y en la modalidad de imprenta bajo demanda (¿Hostia, tú,
que eso también puedo hacerlo yo solito?). Si después de dibujarte este
panorama de triunfo sin paliativos y seguramente sin parangón en la historia
de la literatura, te piden que pongas dinero, reflexiona un segundo, uno solo, porque
hay algo que no encaja en todo esto.
Básicamente que te
quieren tomar el pelo, amén de tomarte por gilipollas.
No hay nada como
empezar el día partiéndote la caja. ¡Jo, si no fuera por estos momentos uno
dejaba de escribir!
Ojo, porque esto no
quita para que existan, que como las meigas haberlas haylas, editoriales que van
de frente con su propuesta y no tratan de engañarte, siendo claras con lo que
ofrecen, y que realizan un trabajo de acuerdo a sus posibilidades en cuanto a organización,
distribución y promoción, dejándote muy claro que es lo que vas a firmar y
respondiendo en cuanto a su ofrecimiento (la luna no te la van a dar, pero
tampoco te van a prometer aquello que quieres escuchar y que luego no vas a ver
por ningún lado) Ser una editorial de auto publicación no quita para poder ser honrada, aunque en la gran mayoría no sea este el caso.
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